Pobrecito blog
Qué abandonado lo tenemos! Está muy triste sin que le metamos mano de vez en cuando, que para quien no lo sepa, los blogs se parecen en eso a las personas, necesitan cariño y un poco yo-que-sé-qué-sé-yo, que si no, se ponen mustios.
Por mi parte, la excusa es el poco tiempo. Escribo tantas chorradas al día que después no me quedan horas ni energías para las mías propias.... al menos, las ajenas me dan de comer, y de paso me permiten soñar con hobbies, viajes y caprichitos que tenía completamente olvidados. Por no hablar de cancelar deudas. Por no hablar de dejar de ser la jodida calculadora humana, que según llega el sueldo lo desglosa en gastos fijos, gastos variables, compras, imprevistos, billetes de avión, y muchos otros etcéteras.
En definitiva, que he pasado del paro al periodismo alimenticio (término tomado sin permiso de la Perli, ese pozo de expresiones y sabiduría). Pero en el fondo, estoy contenta. Me vacunaré contra los chorro-temas y chorro-titulares leyendo cosas serias en mi tiempo libre, no discutiré con mi jefe (se lo he prometido a la virgencita de Zopopán -esa gran Claudia, como se la echa de menos!!!-) y trataré de divertirme por el camino.
Pie de foto: Como ser divina incluso entre elefantes. Fantástica foto de Richard Avedon.
1 comentario:
Que viva el periodismo alimenticio, ¡Viva!
Al menos así nos alimentamos.
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