Mi primer trabajo
Leyendo un post de Gato de Cheshire (http://gatodechershire.blogspot.com/2007/09/meme.html) he recordado mi primera experiencia laboral que, vista desde hoy en día puede considerarse como una especie de premonición de lo que vendría después.
Leganés, 1992. El fenómeno grunge está a punto de estallar. España se prepara para la Expo y las Olimpiadas de Barcelona. Las hombreras están dando sus últimos coletazos en nuestros armarios. Brandon y Brenda son los ídolos de media juventud. Dos inocentes muchachitas de unos 16 años, estudiantes de bachillerato, quieren dinero. Una, la corresponsal que aquí escribe, otra, Océano, su amiga del barrio de toda la vida.
La vida era dura. La paga de 2.000 pesetas no nos llegaba para los trapos y la cantidad industrial de minis que nos metíamos entre pecho y espalda durante los fines de semana en Moncloa. Las súplicas a los padres ya no funcionaban, así que, nos decidimos a buscar curro.
Con el impresionante currículum que teníamos (tres asignaturas para septiembre, recolección de manzanas en el pueblo, hacerse la cama en casa de vez en cuando) era de esperar que las ofertas no llovieran. Y sin embargo, tuvimos suerte.
Recuerdo que bajamos al centro comercial CutreSur, en Leganés (uno de los primeros de España, junto a la Vaguada) y vimos un cartel. “Se necesitan promotoras para inmobiliaria”, decía, así que, allá que fuimos. Una gorda con cara de malas pulgas nos miró y nos dijo que podíamos empezar cuando quisiéramos. Creo que en el momento ni nos planteamos por qué razón nos cogían tan rápido, sin apenas preguntar. “Seguro que le ha impresionado lo de la recolección”, debí pensar.
Al día siguiente nos colocaron en la puerta del centro comercial. Nuestra misión, abordar a jóvenes matrimonios y lograr que, bajo la promesa de recibir una camiseta de regalo y un pingüi a base de refrescos y cacahuetes, subieran a las oficinas a escuchar una pequeña charla sobre un interesante e innovador proyecto inmobiliario.
El tiempo ha borrado los detalles. Probablemente el pavazo que teníamos por aquel entonces también haya contribuido. Pero recuerdo que, pese al escaso gracejo de nuestros 16 años (en mi caso, no es que haya mejorado demasiado) conseguimos que un número razonable de parejas subieran a las oficinas. También recuerdo que, con los días, el número de matrimonios cabreados que se acercaba a nosotras para cagarse-en-nuestra-puta-madre empezó a aumentar.
No sé si porque éramos tontas del culo o porque sólo pensábamos en las rebajas de Mango, no nos dimos cuenta –o no quisimos hacerlo- de qué iba el tema hasta semanas más tarde. La empresa era una de esas que vendía apartamentos en multipropiedad en la playa. Los pobres matrimonios que captábamos, una vez arriba, se llevaban la camiseta, sí, pero después de sufrir una charla de horas en la que les lavaban el cerebro sin compasión.
Supongo que, tanto a mi amiga como a mi misma, el hecho de trabajar para unos estafadores nos dio bastante igual en el momento. No recuerdo como lo dejé, supongo que me aburrí o que mis padres se decidieron a subirme la paga ante el temor de que abandonara los estudios y fuera carne del FP (terribles siglas por aquel entonces).
El caso es que, después de haberlo dejado, oímos que la empresa desapareció de un día para otro. Cogieron los bártulos y se largaron por la noche, dejando a no sé cuantos matrimonios sin su trozo de apartamento en la Manga del Mar Menor y de paso, con los bolsillos limpios.
Lo dicho, mi primera experiencia fue el preludio de lo que es la vida laboral en general: un timo.
13 comentarios:
jajjajaja... por qué me recuerda tanto a mis propios comienzos? mientras estudiaba trabajé en algo parecido y, bueno, en cantidad de trabajos chorras que prefiero olvidar. he tenido jefes de todo tipo; o, mejor dicho, del tipo peor. con el títulín y sin él, que para el caso patatas. y, la verdad, no quiero volver a recordar ni un minuto de mi pasado laboral. pura basura. mejor vamos a esperar que las cosas cambien para bien.
besos!!
a mi lo que me ha molado ha sido recordar el inmenso pavo que ten�amos mi amiga y yo por aquellos a�os... el resto, lo mismo que t� una sucesi�n de trabajos con los que podr�a escribir un libro (de hecho, algo tengo escrito por ahi)
pues a publicar, corresponsal!!!
ja..ja..muy bien! que bueno volver a leerles! un abrazo
hola a todas ustedes!!!
solo les paso diciendo ke en un rato mas leo sus interesantes articulos...
acabo de renovar mi blog, y si kieren pasar un buen rato diviertendose con videos de internet, vean mi blog que esta cada dia peor, parece...
OKEY DOKEY!!!
gracias, leprechaun. habrá que esperar a tener un poco de tiempo libre para poder ver la cantidad de cosas nuevas que has enlazado.
saludos!
Pera que te haga reír... yo estuve dos días en la feria del vino, vestida de faralaes, repitiendo con una amiga "¿Quiere un poco de manzanilla Pedro Ximenez? Está destilada con clara de huevo como es la tradición de años y años..."
No lo había contao como experiencia laboral.
jaja, vestida de flamenca?? diosssss, no habr� fotos de eso???
¿A que chirría, sólo en la imaginación? No hay fotos, pero todos los amigos de ir a fumar petas y beber litronas estuvieron allí para descojonarse... y lo recuerdan.
jajajaja, qué historia, la verdad es que me suena... ;) Lor primeros curros es que son la leche. Nos podemos dar con un canto en los dientes que a nosotras nos pagaron...
jaja, si... aquellos maravillosos a�os!
Acabo de descubrir vuestro blog y me parece muy divertido. Además, una paisana de Palma!!
jaja, gracias, pero más bien soy madrileña emigrada!
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