20.8.07

Aquí y allí

Lo malo de irse de vacaciones pronto es que cuando todo el mundo empieza a marcharse, en pleno mes de agosto tú estás ya de vuelta, con la depresión postvacacional encima y con la mentalidad de "empieza un nuevo año" a toda máquina (sí, hay algunas que, pese a haber terminado los estudios hace muuuuuuuuucho tiempo, nos regimos aún por el curso escolar).

Este verano, he vuelto de vacaciones una y otra vez. Hasta tres veces he ido y venido, algo que, por un lado, me ha ayudado a hacer más llevadera mi situación de parada de España, -por un mes o dos, son unas vacaciones, por más tiempo, una tortura- pero por otro, tanto viaje "exprés" me ha dejado medio alelada sentimentalmente.

Porque coges un avión y en menos de una hora estás con tus padres, con tus hermanos, con tus amigos y durante diez o quince días vuelves a tener la vida que tenías antes. Sales, vas a tus sitios preferidos, te ríes, y todo el mundo te quiere mucho, porque cuando no hay contacto constante, es difícil discutir o que no surjan movidas (y cuando escribo esto pienso en uno o dos amigos con los que he tenido unas broncas monumentales). Vas a casa de tus padres y todo vuelve a ser fácil, y con treinta y un añazos, papi y mami te dan de comer, se encargan de la logística diaria y te protegen de todo lo malo que hay ahí fuera... y ante eso, lo mejor que puedes hacer es no resistirte y dejarte cuidar como una niña, porque sabes que sólo durará unos días y que a la vuelta, los problemas de la vida adulta serán todos para ti.


Después vuelves y te encuentras con que tu compañero de piso se ha largado "a la francesa", dejándote una estúpida nota en la etiqueta de una caja de bombones y su parte del alquiler sin pagar, y buscas curro y todo el mundo parece estar bebiendo pelotazos debajo de un cocotero, por lo que no te queda más remedio que esperar a que España entera pase su resaca para comenzar una nueva etapa laboral.

Y lo peor es la morriña, porque que ya no sabes ni donde estás ni a quien vas a ver, si estás con unos o con otros, y la sensación de que, por estar aquí, te estás perdiendo cosas y momentos de allí (aunque estés viviendo otros estupendos). Y te das cuenta de que en algún momento, más cercano o más lejano, tendrás que elegir.

Pie de foto: Para no perder la costumbre, la imagen no tiene absolutamente nada que ver con el post... pero Audry Hepburn siempre mola...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

hola a todas ustedes de nuevo desde el cole porke los pcs son a leña y me cuesta un mundo registrarme...

nada pues, saludos a todas desde chile y pasen por mi blog ke tiene una foto muy misteriosa!!!

CAMBIO Y FUEWRA!!!

Rita dijo...

perra vida, corresponsal, pero nada es para siempre, ni lo bueno, ni lo malo (lo siento, filosofía barata). disfruta, trabaja aunque estés parada, aprovecha para escribir, escribir y escribir y échale mucha imaginación...
al cabrón de tu ex-compañero de piso espero no encontrármelo nunca por ahí (quiero una foto!), las ratas tienen más clase.
hablamos por otros medios, ok?
besos, guapa!!!

Corresponsal en Palma dijo...

gracias, rita!! :-)

Perlita de Huelga dijo...

corresponsal, corresponsal!
Todo se andará, morena. Y lo bueno de que las cosas vayan tan mal es que ya no pueden ir a peor.

Corresponsal en Palma dijo...

jaja, yo no estaría tan segura de eso, que nunca se sabe!!

Anónimo dijo...

¿Quieres una compañera de piso?
Besitos.

I.

laura dijo...

A mí también me sucede eso de regirme por el año escolar, a pesar de mis 32 años. Yo ya estoy pensando en las vacaciones del próximo año.

Rita dijo...

laura, tienes unos post muy a huevo en tu blog para dos de nuestras blogueras que se van unos días de vacaciones a nueva york.
gracias por compartirlos!!
besos!

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