Ara va de bo, Ciutadella!
Hoy al sol no le da la gana salir. O más bien sí, pero las nubes tan tontas y también quieren tener su momento de protagonismo. Pues vale, me quedo sin playa. La biblioteca, donde precisamente estoy ahora, tampoco está tan mal.
Ya hace unos días que volví de Madrid, no sé exactamente cuantos porque desde que no tengo trabajo soy como los protagonistas de "Los lunes al sol" (pero sin sol) y pierdo la cuenta de si es lunes, jueves o domingo. Tranquilos todos, por el momento no me ha dado por ir al bar todos los días a beber carajillos con otros parados o jubilados.
La verdad es que he estado entretenida. A parte de las tareas propias de la maruja jarrón que puedo llegar a ser (la reina de la lavadora, oye, que me ha dado un ataque limpiador y por poco no meto a mi compañero de piso a centrifugar) he tenido tiempo para ser proclamada miss y para convertirme en la mujer "que susurraba a los caballos".
No, no me he fumado la planta de albahaca(bastante tengo con el fortuna light que me meto pal cuerpo todos los días). Es que hay personas que molan y que se toman la vida con sentido del humor y, de paso, te incitan a hacerlo a tí también. Y estas personas (Srta. Bulería, Nena Melena, Miss Chain y Perlita de Huelga) me proclamaron miss Chas 2007 (nombre ficticio de la revista que fui invitada a abandonar recientemente) durante una cena de gala en "El Diablito", con corona de brillantes y todo... y banda rosa con letras doradas imitando el logo de la revista...!!! si consigo hacerme con las fotos puede que hasta me humille a mi misma colgando alguna...
Sobre lo segundo... pues es mucho decir eso de que llegué a susurrar a los caballos... pero los toqué, eso sí. Que de eso tratan las fiestas de Sant Joan de Menorca, de las que acabo de volver. De meterte en una plaza con miles de personas más, a cada cual más cocida (a base de pomada, un brebaje preparado con la ginebra autóctona Xoriguer y fanta limón, que entra con demasiada facilidad) y tratar de tocar a los preciosos caballos que andan entre la multitud, conducidos por los caixers, que son unos tipos que controlan mucho eso de montar y que consiguen que el caballo salte y baile sin pisar ni cocear a nadie. O al menos casi siempre.
Otra extraña tradición menorquina. Vas a una calle, con sacos de avellanas vacías y te dedicas a coger puñados y a tirárselos a todo aquel que pase. Esto se hace a última hora de la tarde, por lo que el nivel de pomada en sangre ha aumentado considerablemente y ya nadie se anda con miramientos. No sé que tenemos los españoles con eso de tirarnos cosas los unos a los otros (vease la Tomatina de no sé donde), pero la verdad es que te lo pasas teta. Y nunca mejor dicho, porque la gente no se corta y aprovecha para meterte avellanas por el escote y la ropa interior sin demasiados miramientos. De cuanto menos curioso se puede calificar lo de ducharte y descubrir que tienes avellanas incrustadas en el culo.
Y aunque esto último no suene muy apetecible, la verdad es que recomiendo a todo el mundo viajar a Menorca. Simplemente, porque es una isla preciosa. No sé si tocar los caballos me asegura o no eso de volver, pero yo pienso hacerlo. En cuanto pueda.
5 comentarios:
jajajja, espero que te las pudieras sacar sin problemas. :D
suena muy bien tu excursión y tus amiguillas de palma qué majas!!
quiero ver fotos, corresponsal, no te cortes, plixi!
bueno, pese a que mi culo está tomando dimensiones estratosféricas (otra consecuencia del desempleo) salieron sin problemas... :-)
jajajaja estais locas. Llevo 30 años en las baleares y no he tenido cojones de ir a Menorca en Sant JOan. Están locos estos peninsulares...
Tirititiiiiii!! Simplement que bien lo hemos pasado!!!
Vivan las avellanas, la pomada (incluso la que nos robaron), las playas, las montañas y el cabrito que nos metimos entre pecho y espalda.
Al próximo año repetimos, eso sí esta vez no nos tongan con la bebida.
jaja, perli, q no es pa tanto... bebes de manera indecente y después ya te da igual que te empujen, te pisoteen o te metan avellanas en la ropa interior...
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