25.1.07

Y con sombrero

Quería hablar de la belleza en la vejez, pero no tenía muy claro cómo empezar y hasta que no he leído la entrada de corresponsal en palma, no me he animado a sacar la mía del borrador.
Para empezar, un apunte. Fue la Duquesa de Windsor la que soltó la frase que luego se convertiría en leitmotiv de muchos snobs: "You can never be too rich or too thin", lo de "too young" supongo que se añadiría haciendo camino por nuestra sociedad.
Y me permito otro más antes de que se me olvide, que ando yo muy desmemoriada en esta vida. A los hombres también les importa el tallaje y se sienten confusos como cualquiera de nosotras. Si no los oímos, es porque hablan poco de estas cosas; pero cuando se animan, dejan lecturas como ésta.
Pues bien, volviendo al "too young" que obvió la duquesa, qué belleza encontramos en la vejez? Ayer, en el trayecto de vuelta a casa, me pareció que la edad media de los ocupantes del autobús se debía aproximar a los 55-60 años. Caray, cuánta educación, hasta siete cesiones de asiento conté -eran necesarias-. Veía a esas personas y pensaba cómo una sociedad compuesta de tantas generaciones que premian la juventud, la delgadez, la firmeza de carnes y una belleza más que correcta, iba a tragar con todo lo contrario cuando llegáramos a esas edades. A la sociedad le dará igual, se alimentará de otras jóvenes generaciones, pero a nosotros no.
Así que personalmente, por la cuenta que me trae y como no quiero deprimirme en cada cumpleaños con otra visión de la vida aún más pobre, voy a empezar a encontrar mis propios cánones en esas caras tan ralladas y tan olvidadas. No quiero viejos tiernos, quiero encontrarlos atractivos y guapísimas de una u otra manera, y puede que así, de paso, empiece a entender otros aspectos de la vejez.
Cuando era pequeña pensaba que de mayor, ya jubilada y viuda (!), viviría con alguna amiga e iríamos a tomar pasteles y café. Ahora, lo que ya es seguro, es que aprovecharé casi todos los días de mis setenta y ochenta años para llevar sombrero, porque no creo que haya otra edad mejor para algo tan particular.

5 comentarios:

Corresponsal en Palma dijo...

El tema de la edad es peor aun que el del peso... no sé que pasa, pero parece que cumplir años es lo peor que te puede pasar en la vida. Tenemos 30 y no queremos tenerlos, decimos "la segunda juventud" cuando realmente, con 25-30 años eres un adulto con todas las de la ley. Nos quitamos años, nos operamos, nos vestimos como quinceañeros. Al mismo tiempo, laboralmente, cuando pasas de los 35 eres un dinosaurio... No sé, es todo muy absurdo.
Y todo por no hablar de ser realmente viejo. Nadie los quiere y no es justo.

Rita dijo...

egoístamente, quiero empezar a apreciar los años que me quedan. me niego a formar parte del mismo grupo que me quita valor por tener más edad -y experiencia/vivencias- que otra persona. y me niego a seguir ninguneando a los que ya han llegado -jaja, como si todos fuéramos a llegar...-. seguramente, nos recordarán como los integrantes de una de las épocas más frívolas de la historia. qué petardos.

Corresponsal en Palma dijo...

ya te digo, menuda generación de pasmados que somos...

Patri Jorge dijo...

no dejes de usar las cosas...para "un día especial"....tierno y con fondo tú post, hace pensar un poco! Je...No nos deberíamos olvidar de vivir.

Rita dijo...

puntualización: una edad media de 55-60 años con chavalillos casi adolescentes por medio, quiere decir que gran parte de las personas que viajaban en el autobús eran octogenarios.

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