La delgada línea...
... entre el montañismo y el domingueo. Nosotros la rebasamos hasta el infinito y más allá.
Tras subir a un peñasco durante media hora, hacernos un book de fotos en la cima y bajar de nuevo, terminamos comiendo en un chino. Domingueros, sí, pero, y lo bien que lo pasamos?
2 comentarios:
jo, corresponsal, cada vez que veo la foto me entran ganas de comer tortilla de patata y filetes empanados. :D
naturaleza... cómo la echo de menos. besos!!
la verdad es q es lo único que nos faltó, una tartera con esas delicatessen y una bota de vino... xo todo se andará!
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