El arte de la desidia
Es tarde, tengo cosas pendientes por hacer... pero no, hoy no toca, paso, me niego en redondo... mi semana laboral termina hoy (mentiraaaaaaaa), acabo de volver de hacer unas cañitas con los compañeros y necesito experimentar el dulce arte de no hacer nada, de dejarme llevar por las apetencias (fea palabra). Necesito simular que no tengo obligaciones esperando, dejarme atrapar por la cama, despertar y pensar 'mmmmmmmmm, qué podría hacer hoy?', 'me voy de compras? me corto el pelo? veo una peli? paseo escuchando música?con quien quedo?'.
Por lo pronto, en cuanto termine este post (tan tonto, lo sé) abriré un libro, leeré unas cuantas páginas -las justas para que se me empiecen a cerrar los párpados- y trataré de no pensar en que dentro de unas horas entraré de pleno en uno de mis días libres, en los que el despertador seguirá puesto, y curraré en casa, y luego en la oficina, y luego en casa -de maruja-, y luego, en vete a saber donde, que ya solo me falta limpiar la escalera y, sin comerlo ni beberlo, las 24 horas se habrán esfumado.
Como dijo aquel, mañana más y mejor. El puto día de desidia no termina de llegar y las tareas pendientes se van acumulando poco a poco, como la ropa para planchar.
Pero esta noche, cierro el chiringuito.
Fins demá
2 comentarios:
corresponsal, se te echaba de menos!!
para mí también hay trabajo más allá del trabajo y, aunque viene y va por temporadas, te entiendo bastante bien. ahora toca; pero me lo tomo con calma, que ya habrá tiempo de descansar.
besos!!!
bueno, a veces pienso que soy una quejica y que no es para tanto, pero es que eso de acostarme por las noches pensando siempre en lo que me espera al dia siguiente, me puede... no sé, creo que es más el sentimiento de sentirme atrapada por las obligaciones que otra cosa
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