Desencuentros en la red
Sigo sin tele y sin compañero de piso, así que mi ocio es solitario. Que nadie piense cosas raras. Leo, intento ser una amita de mi casa –sin mucho éxito, la pereza me puede- y hablo con muñequitos cabezones que dicen que son mis amigos.
Precisamente estaba leyendo un blog en el que la autora hablaba de su mala puntería sentimental, cuando se me ha puesto a hablar por el Messenger de marras uno de esos monigotes verdes.
El monigote era un chico con el que coincidí apenas diez días en un momento que no se puede incluir entre los mejores de mi vida -yo trabajaba picando datos y él me arreglaba el ordenador mientras me ponía ojitos-, y del que no había vuelto a saber nada desde hace al menos dos años. Además de interesarse por mi vida sin ningún motivo y alegrarse de que me fuera bien, me ha soltado a bocajarro un par de cosas bonitas que me han hecho pensar sobre eso de la puntería sentimental. Sobre lo rematadamente inútiles que somos algunas en esos asuntos.
“En esa empresa pasaba mucha gente. Hay gente muy poco interesante y otros que dicen mucho solo con mirar”. Eso me ha dicho. Y yo me pregunto por qué algunas solo logramos fijarnos en tipos que no son para nosotras o que, simplemente, no tienen corazón.
6 comentarios:
cosas...
Ahá, te pillé Carlos!! Eres un cantamañanas!!
cantamañanas o no, sobrevivir con astucia en el mundo no se explica en un solo libro (y, si me permite el comentario, parece dudoso que sea en un libro con ese título), ni en mil; es la actitud del astuto la que lo consigue, como, por ejemplo, la suya.
gracias por el comentario y un saludo.
es el mal de nuestro tiempo.. te pones un poco poética y en seguida te arrean publicidad... carlos, yo para consejos voy al "libro gordo de petete". un clásico.
Y a lo que iba, ¿por qué algunas nos fijamos sólo en tíos que no son para nosotras?
Estaría bien saberlo, corazón...
opino como rita...cosas....que pasan....
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