Curiosidades de un día gris

Pero no negro, como ayer.

Después de la increíble tormenta de ayer, en la que calleron más de 400 rayos (Fuente: R's mother, mom, momma, mum, mama), hoy nos hemos encontrado con un día gris. Hace un ratillo ya estaba lloviendo. Normalmente no me entero de si llueve o no, porque en la ofi hay demasiados ordenadores, luces, aires acondicionados y otras historias como para darse mucha cuenta (aún cuando la ventana más cercana está solo a unos cuatro metros). Pero hoy, y ésta es la primera de las curiosidades, ha habido un apagón. Total, que como Iberdrola ha estimado que duraría un par de horas, nos hemos pillado la tarde libre para disfrutarla como los esclavos que al fin son libres.

He aprovechado para acercarme hasta la zona del metro Iglesias y recoger mi titulín-diploma plagado de logos de CCOO del cursomerda de flash que terminé (o no) el mes pasado y luego, para regresar a mi casa, me he metido en el metro, línea 1, que me deja cerquita, cerquita de donde vivo.

La otra curiosidad empieza aquí, en el metro de Madrid.

Yo estaba un poco extraplanetaria, apuntando ideas en una libretuca de esas que se llevan en el bolso por si se tienen ideas o datos escurridizos y, tras un cambio de asiento -soy un culo inquieto- por otro que me gustó más y oir cómo se abrían las puertas un par de veces, se ha sentado una chica a mi lado, otro culo inquieto, que venía rebotada. La verdad es que parecía un vagón de nenas; en la zona donde estaba éramos todo chicas.

A esta buena mujer le pasaba algo; al principio pensé que se había encontrado de casualidad con la que tenía a su izquierda; pero no, lo que pasaba es que estaba bastante indignada por lo que estaba ocurriendo a unos cuatro metros de distancia (lo sé por la ventana de mi ofi). La otra chica que tenía a su lado se reía medio alucinada y nos comentaba (ya me habían atrapado, merd!) que algo había oído sobre gente que hacía ese tipo de cosas en el metro. Cosas? Qué cosas? Yo miraba a mi alrededor y no veía nada extraño.

Decían cosas como "El muy capullo se lo está haciendo delante de todo el mundo" o "Es que hasta la tiene fuera".

Y yo, sin entender completamente, ya esperaba ver a un vejete chiflado con cara de lujurioso redomado leeeeeeejos, leeeeeeeeejos, masturbándose indiscretamente, hasta que me di cuenta de que cerca, cerca había un chico sudamericano, con cara de "eh? pasa algo? no me entero..." masturbándose, sí, casi discretamente, con su miembro al aire y tocándose un pezón por encima del jersey -así que esto no podría asegurarlo-. Vaya...

Y eso es todo, amigos.