Trucos para llegar a fin de mes

A finales de enero hará seis meses desde que me independicé. Un buen momento para reflexionar (y compartir) mis métodos para llegar a fin de mes. Ahí va mi decálogo. Se recomienda no seguirlo si no se quiere perder en salud y glamour:

- Desayunar y cenar lo mismo. Llámense cereales, colacao con galletas o sandwich mixto. Aclaro que no lo hago por falta de recursos económicos, sino por vaguería pura y dura. La consecuencia: los filetes duran meses y meses en el congelador, por no hablar del tipín que se te queda.
- No coger el autobús, y mucho menos taxis. Enlaza con lo anterior. Ir caminando a todas partes relaja, reafirma los glúteos, mejora la circulación, y te deja unos euros extra en la cuenta. No muy recomendable en ciudades grandes.
- Tener un casero que no te deja encender la calefacción. Para caldear la habitación, usar una cutre estufa de butano sacada del “Cuéntame”. Si además tienes la suerte de no estar nunca en casa cuando pasa el camión del butano, el ahorro está garantizado. La pulmonía también.
- Tener un casero al que no le gusta que lleves gente a casa. Genial, porque así no gastas invitando a tus amigos a cenar.
- Tener un casero orgulloso de tener en toda la casa bombillas de bajo consumo. La factura se reduce y es muy ecológico, pero esa luz mortecina provoca que las dioptrías se disparen cuando tratas de leer en la cama.
- Llevar la imitación de las Converse “made in China”. Para que mentir, no engañan ni a primera vista, pero con ponérselas con pantalones muy largos que solo dejen ver la goma, está todo solucionado.
- Repetir los mismos modelitos año tras año. Total, en Zara hacen la misma ropa todas las temporadas, así que, con lavar los jerseys con un poco de cuidado te duran un par de inviernos sin demasiadas pelotillas.
- No tener más que una funda para el nórdico. Cuando te toca meterlo en la lavadora dejas el relleno a la vista, tan blanquito, dotando a tu habitación de un toque zen-minimalista.
- Averiguar en que bares ponen tapa gratis. Y comer todas las que puedas, claro.
- Llevar tu propio bocata y cerveza a los conciertos.
- Que tus actividades y hobbies estén subvencionados. Ejemplo, mis clases de catalán. Son un aburrimiento, pero oye, las dan casi gratis.
- No ir a la peluquería con demasiada frecuencia. Ya lo avisé, mis consejos hacen que a medida que ahorras vas perdiendo proporcionalmente glamour.
- Que tu ocio provenga del pirateo o de los saldos. La música, te la bajas, las pelis, también, los libros, en la sección “de bolsillo” del Corte Inglés (y esto lo digo en serio, hay libros muy buenos por un precio muy razonable)

Tengo más, pero creo que como primera entrega ya está bien…
P.D.: Por dios, no os lo toméis muy en serio, que veo que cuando vaya a Madrid me hacéis una colecta en plan “Save the children"