Desde las islas (II)

Sí, es curioso esto de estar en una isla... como dice rita, no se ven los límites, pero tampoco dejas de ser consciente en ningún momento de q estás en un pedazo de tierra rodeado de agua... hay mucha gente que se agobia por ello... a mi aun no me ha dado tiempo a hacerlo, aunque si que es verdad que se echa de menos la posibilidad de hacer algo tan sencillo como coger un coche y marcharte a cualquier parte. También es inevitable pensar que, si sucede algo malo, dependes de un avión para ir o para que vengan a rescatarte.
De la humedad, que decir... en Madrid la gente utiliza un cacharro que se llama humidificador, y aquí se usa lo mismo pero al revés, el deshumidificador... las toallas tardan una vida en secarse, en verano sudas solo con el pestañeo y, sobre todo, te tienes que olvidar de lucir esa melena lisa que siempre había sido tu orgullo (por no decir que descubres la auténtica definición del término "pelo polla")
Jaja, que burra soy... lo dejo, que esto sólo puede ir a peor...